

Creemos...
La sanación completa viene de Dios.
La relación más importante que podemos animar a las personas es con Dios.
Dios nos creó para ser plenos en espíritu, mente y cuerpo.
Los jóvenes adultos merecen ser atendidos y protegidos.
La familia es el mejor lugar para que los jóvenes adultos crezcan y se desarrollen.
A veces, las familias de origen no son seguras ni capaces.
Los jóvenes adultos se benefician más en un entorno familiar.
El "antes" no define QUIÉNES somos, es algo que nos sucedió.
La sanación también puede venir a través de Dios, mediante terapia, un lugar seguro y relaciones estables.
La educación es una de las claves más importantes para escapar de los ciclos de abuso, pobreza y adicción.
La trayectoria de toda una familia puede cambiar con la sanación de una generación.
La sanación de una sola persona puede cambiar un país.